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Prohibido el paso por Triana
I. C., Sevilla Actualizado 24/10/2009 23:26
Obras en el puente de Triana, vía principal de acceso al barrio - Javier Cuesta
El modelo de tráfico que se pondrá en marcha al peatonalizar un tramo de San Jacinto pretende, como en el Centro, expulsar el tráfico hacia afuera
Los planes de tráfico que están a punto de aplicarse en Triana al hilo de la peatonalización de San Jacinto desde el Altozano a López de Gomara, a semejanza de los que conllevó el cambio de sentido de la Ronda Histórica, tratarán de achuchar al vehículo privado hacia las calles más anchas y periféricas a costa de hacerle incómodo circular por el interior del barrio. El plan que presentó el área de Movilidad el viernes dejaba claro que las calles de Triana deben ser para los trianeros porque no pueden soportar más tráfico, y las cifras del Consistorio parecen confirmarlo.
Un dato: la calle San Jacinto tiene una intensidad de tráfico media de 10.802 vehículos al día, cifra similar a la que debería ser una de las grandes vías de paso del barrio, la Ronda de Triana, que registra una media de 12.324 vehículos diarios en uno de sus sentidos y 9.364 en el otro. Es decir, que pese a que la Ronda tiene dos carriles por sentido, uno de ellos tiene menos tráfico que la estrecha y siempre colapsada San Jacinto, según los datos del Centro de Control de Tráfico del Ayuntamiento.
La pega de los residentes, en cambio, es la misma que tienen los del Centro: que la peatonalización de apenas 100 metros de calle y el cambio de sentido en otras vías les obligará a dar grandes rodeos, en unos casos, o a desviar "la misma circulación, porque el número de coches no va a cambiar", pero por calles más estrechas, según recordaba ayer Ángel Bautista, de la Plataforma Trianera, contraria a estas medidas. "Un ejemplo: la entrada natural a Triana es por el Altozano, pero ahora, al no poderse coger la calle Castilla, habrá que girar obligatoriamente a la izquierda, por Pureza, que es una calle estrecha", y con un giro de 90 grados al final, en la calle Troya, casi inasumible para los turismos, cuando más para vehículos de mayor envergadura.
La Plataforma, que cree que la mejor medida en el barrio sería dejarlo todo como está "o peatonalizar cualquier otra calle, pero no San Jacinto que es la arteria principal", prepara ya una nueva manifestación para finales de noviembre, esta vez por la tarde para que acudan más vecinos.
Pero a menos que se dé un cambio sustancial en la política municipal de tráfico, y no parece que sea la idea, diciembre llegará a Triana con las modificaciones ya hechas. Entonces se comprobará si, como defiende el Consistorio, los cambios logran que los vehículos que no van a quedarse en el barrio se alejen hasta las calles más anchas que harán las funciones de rondas de circunvalación: Ronda de Triana, López de Gomara, República Argentina y Muro de Defensa.
La medida también pretende que los coches dejen de cruzar Triana para llegar al Centro por San Jacinto. En vez de eso, Movilidad propone a los conductores los puentes del Cachorro y Los Remedios, pero el primero registra ya unos 30.000 coches diarios por sentido, y no parece tener demasiado margen para asumir a los que ya no puedan usar San Jacinto. Sobre todo porque esas cifras de ocupación son medias diarias, pero se concentran en las horas puntas causando ya graves colapsos. Los vecinos avisan de que los cambios traerán "un caos" y el Consistorio sostiene que las calles aguantarán. El tiempo dará y quitará razones
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