No todo en esta web va a ser elogiar a nuestro Barrio…
Hay cosas que sucedieron toda la vida y lamentablemente siguen sucediendo.
Hoy me ha ocurrido, por ejemplo a mí, en el callejón donde se colocan las listas de sitio en la cofradía de, en este caso, la Hermandad de La Estrella.
A las 00,30 horas, con la capilla cerrada pero la puerta trasera abierta, habría en el callejón unas diez personas; empiezan a dejar entrar a algunos y a los penúltimos los echan ya de dentro. Digo los penúltimos porque somos los que teníamos educación, ya que los últimos hicieron caso omiso y pudieron quedarse dentro.
En fin, sigo viendo el listado de ubicación en la hermandad y, por ejemplo, el Hermano Mayor sale y ofrece la hermandad a otras personas y a su vez deja pasar a otros.
Para qué seguir, pensar en voz alta... los pequeños detalles que hacen que nos critiquen y en algunos casos con mucha razón.
Nadie nos ha llegado a preguntar si somos hermanos o no.
Esto es lo mismo que, cuando entras en tu Hermandad tras haber realizdo tu estación de penitencia y te encuentras a un gran número de gente que no son ni hermanos, todos ellos, bien colocados y en cambio a ti, una voz no deja de insistirte en que te vaya para la…puerta trasera.
No sé si ocurre en algunas hermandades, pero ¿se ha pensado cuánto bien haría a las hermanos que ya no pueden hacer estación de penitencia los dejaran entrar en su Capilla o Iglesia…?
Las puertas traseras, ¡qué daño hacen…!
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