Un abuso escolar queda en regañinaEl Correo, Sevilla Actualizado 21/11/2010 20:41
El caso de acoso escolar a un menor en un instituto del barrio de Triana se quedará en una mera amonestación verbal. Ésa es la decisión que adoptó el Juzgado de Menores de Sevilla sobre los ocho alumnos que estaban acusados de vejar a un compañero al que insultaban, daban collejas y escupían. Así, declinó la propuesta del fiscal, que pedía una pena inferior al año de libertad vigilada, además de cien horas de trabajos comunitarios.
Los chicos, de 16 y 17 años, habían sido acusados en principio de insultar a su compañero de instituto y de conseguir bajo presiones 970 euros que había sacado de la caja fuerte de su padre, hecho por el que finalmente no fueron condenados. La sentencia definitiva se alcanzó sin necesidad de celebrar juicio y ha absuelto a un noveno procesado, al no haber sido identificado con claridad como participante en las vejaciones al menor.
Los condenados son siete chicos y una chica, que estaban acusados de "humillar, insultar, vejar y escupir en la ropa" a la víctima, al que además lanzaban naranjas y daban patadas y collejas, y, en el caso de la chica, de haberle enviado un mensaje de móvil amenazante en el que le pedía 500 euros, que finalmente no logró. Fuentes del caso informaron a la agencia EFE de que la amonestación verbal dictada en esta sentencia por el juez es sensiblemente inferior a la condena que había pedido la Fiscalía.
Aunque los chicos se conocían desde antes, los hechos denunciados ocurrieron sobre todo en el periodo comprendido entre el 23 de febrero y el 4 de marzo de 2009, cuando los acusados tenían 15 y 16 años.
El afectado denunció a la Policía que bajo estas presiones sacó 970 euros de la caja fuerte de su padre y entregó a los acusados cantidades que oscilaban entre los 250 y 20 euros a cada uno.
La defensa alegó que este último delito no existía porque el denunciante les dio el dinero voluntariamente y les invitaba a consumiciones "porque no tenía amigos y era una forma de comprar voluntades". El denunciante, según esta misma versión, presumía ante sus compañeros de que tenía la llave de la caja fuerte de su padre y, sin embargo, no denunció este caso en particular hasta que sus propios progenitores descubrieron que les estaban sustrayendo dinero.
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