EsperándoteC. R., Sevilla Actualizado 31/10/2011 21:10
Un grupo de senderista, en plena acción. - El Correo
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‘¡Anda ya!’, la asociación de senderistas, busca más amigos que quieran ir con ellos por los caminos más bellos del Sur. Lo próximo, Galaroza
"Empezamos siendo un grupito de funcionarios que nos conocíamos y, como nos gustaba el campo, salíamos por ahí cada equis tiempo", recuerda Magdalena Bautista, la vicepresidenta del club senderista sevillano ¡Anda ya! "Pero hace tiempo que ya no somos un grupito. Ya es horroroso la de gente que somos, y todos los fines de semana organizamos salidas". Tiene gracia, porque muchos de ellos han llegado a tal grado de compañerismo y amistad que incluso han organizado la salida senderista más simpática y extraña que se hayan podido echar a la cara: la noche de Halloween, en las cuevas trogloditas de Guadix (que no se piense quien no las conozca que allí tiene que haber dientes de sable y neandertales disputándose un solomillo de oso cavernario: aquello está cuidado de maravilla, y van a un hotel. Un hotel cueva, claro).
Se equivoca quien se tema que son un club cerrado y que quien se incorpore ahora se va a quedar arrinconado, observado por miradas tan torvas y amenazadoras como la que pueda poner un granjero de Kentucky que, armado de escopeta, colilla en comisura y garrafa de whisky casero junto al perro a la sombra de su porche, vea a un tipo enmascarado acercándose de puntillas a su redil del ganado. Para nada en absoluto. En ¡Anda ya! están encantados con todas las nuevas incorporaciones. Lo mismo llega usted y hace tan buenas migas con la gente que el año que viene es el primero en apuntarse a la escapada nocturna de Halloween. Pensando en la de este año, Magdalena se reía la otra tarde si había que reírse: "¡Sí, ja, ja, es que hay cinco o seis que son ya mayores, viudas y eso, y se han comprado todas los pijamitas iguales, ja, ja!". Inenarrable.
La vicepresidenta le ha soplado a este periódico sus planes para las próximas excursiones, con la esperanza de que los lectores que quieran se sumen, y tenga por seguro que son alucinantes, así que corra a apuntarse si le gusta caminar, el campo, el otoño, Andalucía, el aire puro, etcétera. Por lo pronto, para el domingo que viene se prepara una de las delicias más espectaculares que haya gozado jamás un sevillano con botas: la ruta de Galaroza a Castaño del Robledo, en Huelva. Algo tan serrano que en un concurso de serranía el jamón quedaría segundo.
Hasta allí puede ir en el bus de la asociación o por su cuenta. "Salimos de Galaroza por un camino vecinal que se inicia entre muros de piedras", dice. "Pronto nos encontramos con la ribera del Múrtigas, que cuando baja crecida debemos cruzar por un curioso puente. El camino empedrado va en ascenso, encontrándonos especies herbáceas como la ortiga viuda, violetas y yedras. Hacia la mitad del recorrido el camino desciende hasta una pequeña explanada que se abre entre frutales y castaños. Continuaremos el sendero acompañados de huertas. Entramos en Castaño del Robledo, donde si el tiempo lo permite podemos tomarnos el bocadillo con una cervecita, y regresaremos por el mismo camino a Galaroza, donde nos esperará el bus".
Y si este plan le parece compuesto ex profeso para usted, prepárese porque para el puente de la Constitución preparan una escapada de varios días que incluye Baños de Montemayor, Béjar, la estación de La Covatilla y Candelario, o sea, auténticas preciosidades de Cáceres y Salamanca. Baños de Montemayor, como explica Magdalena Bautista y su propio nombre, es una joya de pueblo cacereño famoso por sus baños. En Béjar se visita la plaza de toros, "apodada cariñosamente La Ancianita, porque es la más antigua de cuantas existen en el mundo". Luego el esquí en la misma sierra, para acabar en ese pueblo de Candelario de cumbres nevadas y paisajes que tiran de espaldas, águilas reales y gente que las mira, entre las que bien podría estar usted.
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