Del patrocinio
Javier criado
Día 27/03/2012
Dice nuestro diccionario que patrocinio es sinónimo de protección y ayuda para la realización. Jamás el rey Felipe IV pudo imaginar que pedirle al papa Alejandro VII que instituyera la festividad del Patrocinio de Nuestra Señora, se iba a concretizar en quien Es Llamada Señorita de Triana. Ella, la que siempre nos espera —con paciencia, con cariño, con infinita bondad y entrega— junto a la excelsa y portentosa Imágen del Cristo de La Expiración.
Solo El Cachorro —representación inconmensurable de quien Es Dios Verdadero del Dios Verdadero— pudo darnos a Su Madre como Protectora y Ayuda. Únicamente El pudo hacerla Madre Nuestra. No es extraño que haya hecho de su casa, sencilla y humilde Capilla del Patrocinio trianero, el primer Templo Basilical que tiene Sevilla al otro lado del río.
No hay negocio mejor que el de la salvación ni más maravilloso Patrocinio para tan ardua tarea que aquél dado por Dios mismo en la persona de Su Madre como Madre a compartir con todos nosotros.
Mayor, mejor, ni más maravilloso favor, no cabe. Se acerca el Viernes Santo sevillano.
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