El alcalde puso la primera piedra de «la Feria de la Vega de Triana»
En 2008 hizo oficial el traslado, pero desde hace un año apuesta por Tablada
A.G.R. / SEVILLA
Día 12/12/2010
La historia del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, con el Charco de la Pava como futura ubicación de la Feria es un buen ejemplo de su política de improvisación. Hasta finales de 2007 el proyecto estaba cerrado sin fisuras. El nuevo recinto tendría 200 casetas más, se realizarían pasos peatonales bajo el muro de defensa para acceder al recinto, se construiría una pasarela para situar la Calle del Infierno en la otra orilla del río y se crearían nuevos aparcamientos a ambos lados de la Feria e incluso en San Juan de Aznalfarache. Es más, en el modelo diseñado incluso se planteaba la creación de plazuelas en el Real para disponer las casetas en forma circular.
Todo esto se certificó en julio de 2008 cuando Monteseirín protagonizó el acto de colocación de la primera piedra. Entonces anunció que además de realizar el Parque Dunar sobre 152 hectáreas de esa margen del río, se implantaría allí la «Feria de la Vega de Triana». Es decir, el alcalde incluso bautizó el nuevo emplazamiento con la intención de que su propuesta trascendiera entre los sevillanos y aseguró que sería «una feria más de todos, más hermosa, más segura y más sostenible».
D Sin embargo, unos meses después la historia cambió. Tablada entró en el juego. Y el discurso se transformó notablemente. De ser la mejor feria posible, la del Charco de la Pava comenzó a presentar inconvenientes como el escaso número de casetas que podía aumentarse en ese espacio, la necesidad de construir una pasarela sobre el río y el coste que supondría todo ello para tan escaso beneficio. De manera que en el pasado mes de agosto, el discurso de Monteseirín era éste: «El traslado al Charco de la Pava está muy condicionado, puesto que el número de módulos que se ganan no nos satisface para todo el ajetreo e inversión que supone ese traslado, pese a lo cual, a la espera de alguna solución que aún no tenemos, no es una ubicación que se descarte de manera definitiva». Pasadas unas semanas sin que sus explicaciones produjeran rechazo, fue a más: «El traslado no es un capricho, es una necesidad, pero el Charco de la Pava no responde a las exigencias, aunque si no queda otra
tendremos que ir allí».
Queda Tablada, el destino que más gusta a la delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto, pues allí no habría problemas de espacio. «Sería un sitio magnífico», reitera Prieto, para quien «La Vega de Triana» es ya agua pasada. Una idea lanzada a los cuatro vientos que sólo se ha materializado en las infografías de los periódicos.
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