La vida
El busto de la Esperanza de Triana que se encuentra en el Galeón Andalucía fue trasladado a la Catedral de Manila para la misa que se celebró en honor a la marina de aquel país. Tras la misa pasó lo que pasó. Que los ojos de la Esperanza sirvieron como imán para que cientos de personas se acercaran a besar la Imagen
josé cretario / sevilla
Día 24/10/2010 - 18.10h
ABC
Marinera en Manila
Si decimos que el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, tiene aún una espinita clavada por asuntos que le han ocurrido con las hermandades no estamos faltando a la verdad. Al menos esa es la percepción que tienen quienes hablan con él de cofradías. Si decimos que probablemente monseñor Asenjo tenga razón en quejarse del dolor de esa espina tampoco estaríamos fantaseando. Desde que llegó a Sevilla como coadjutor ha sido frecuente el goteo de cosillas. Sin embargo este fin de semana, y una vez más, las hermandades le han dado a Asenjo la posibilidad de que se extraiga esa espina y ya para siempre. La actuación de las cofradías en relación con el congreso de los abortistas que se celebra en Sevilla ha sido justo la que ha pedido el mitrado: ante esta manifestación de la cultura de la muerte los cristianos tienen que rezar. En el seno de algunas cofradías, de muy señaladas cofradías, las propuestas eran variadas y algunas llenas de exotismo. Ahí estaba como ya contábamos la de hacer sonar a duelo todas las campanas de las iglesias de Sevilla, Catedral incluida, mientras se celebraba el mencionado encuentro. Las hermandades se habrían podido dejado llevar por otros grupos de actuación y planteamiento más radical como los que han actuado este fin de semana frente al hotel donde se ha celebrado la cita abortista, pero han seguido al pie de la letra las indicaciones del máximo representante de la Iglesia. Esto quiere decir que esa falta de eclesialidad de la que se quejó en su día Asenjo por un episodio concreto, la decisión de la Esperanza de Triana de no ir a Madrid, fue solo algo aislado y no generalizado del mundo de la Semana Santa. Por eso es bueno que las confianzas se retomen. Porque al final, a pesar de refranes y de historias las hermandades no son tan díscolas como se las ha podido pintar últimamente en los despachos de la curia. Esta defensa de la vida ha servido por tanto para situar a cada uno donde debe estar. Y para que haya hermandades que enseñen la mejor poesía que tienen en su interior. ¿No han visto a la Virgen de San Benito? En estos días previos al Congreso, antes de que llegue el mes de noviembre, la Imagen ha sido vestida de luto riguroso: la saya, el manto, la mantilla, todo negro. La expresividad de esta dolorosa ha sido el mejor grito y la mejor manifestación a favor de la vida y en contra de su interrupción. Y quizá la imagen que demuestra que ya es hora de que esa espina de monseñor salga definitivamente de su corazón.
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