Día 03/06/2012
JOSÉ
CRETARIO
ESTE DOMINGO 3 DE JUNIO SERÁ un día que pasará a la Historia con mayúsculas de un barrio, Triana, de una hermandad, la del Cachorro, y en general del mundo de las hermandades. Monseñor Asenjo consagrará la nueva basílica del Cristo de la Expiración por cuya concesión ha peleado en los despachos vaticanos. Al otro lado del río habrá por tanto Catedral —Santa Ana— y basílica para enmarcar la devoción secular al Crucificado de Gijón que es referencia del arte universal. Pero también esta mañana ocurrirá una cosa que tiene casi tanta importancia como la creación de una nueva basílica. El altar que se va a bendecir contendrá una reliquia del Beato Juan Pablo II, el único Papa de la historia que ha viajado y ha conocido Sevilla; el único Papa que, desde Sevilla le habló a la gente de las cofradías. No se si a ustedes les está llamando la atención el hueco que Wojtyla se está haciendo en nuestras corporaciones. La Estrella bendecirá este mes una imagen sedente que está terminando Navarro
Arteaga y que recibirá culto en un altar de la capilla de la calle San Jacinto; una hermandad de gloria, la Anunciación ya tiene otra imagen para que reciba veneración; la Esperanza de Triana colocó en la capilla de los Marineros un cuadro del beato en referencia a la bula que el mismo Juan Pablo II firmó para autorizar la coronación de la Virgen; el rostro del Papa polaco se asoma también en los frescos de las paredes dela basílica Macarena. Como ven, su presencia se incrementa y su veneración también. Muchos pueden calificar de esnobismo esta ola devocional. Yo creo que todo responde a algo que no tiene que ver con una moda sino con una necesidad. Para actualizar el mensaje de Jesús de Nazaret, la Iglesia y por tanto también las cofradías, deben incorporar a esos santos contemporáneos, que nos resultan tan cercanos. Son santos que hemos visto por la tele, de los que distinguimos desde el tono de voz, y hasta el brillo de su sonrisa; santos cuyas biografías no hace falta leer porque
las hemos hemos ido conociendo a través de los telediarios. Es curioso que por ejemplo San Pancracio tenga miles de devotos cuando es un santo sobre cuya existencia no tenemos certezas; pero la gente va a rezarle y a ponerle perejil. Será bueno, por tanto, este proceso de actualizar las referencias de los cristianos en el que ha trabajado ejemplarmente la Archidiócesis y también las hermandades que a veces se quedan demasiado al margen de todo. Desde hoy, ante el Cachorro latirá la memoria del polaco universal: Karol Wojtyla, el Beato Juan Pablo II.
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