De las naranjas amargas al «gintonic»
La alfombra de cítricos que cubre las calles de la ciudad durante la recogida tiene una utilidad que no todo el mundo conoce
alberto garcía reyes / sevilla
Día 17/02/2012 - 18.56h
FOTO: J.M. SERRANO / VÍDEO: Alberto García Reyes
Recogida de la naranja amarga en las calles del Centro de Sevilla
El olor a naranja que desprende estos días el pavimento de Sevilla puede tener su literatura costumbrista. Pero la alfombra de cítricos amargos que cubre las calles de la ciudad durante la recogida tiene, antes que lírica, una utilidad que no todo el mundo conoce. Está muy difundido el destino a las islas británicas de gran parte de estas naranjas para la realización de mermelada. Sin embargo, su uso más rentable tiene mucho que ver con algo que en Sevilla está ahora muy de moda: la ginebra. Uno de los principales compradores de este producto que los sevillanos hemos despreciado siempre es Beefeater. Por el alambique de la destilería inglesa pasa la cáscara de las naranjas sevillanas para darle el toque final a esta ginebra que protagoniza la mayoría de los gintonics que nos bebemos aquí. Cierto es que las cantidades exportadas para este cometido no son muy altas, pues la naranja amarga no es el principal orgánico que se usa en la destilación de esta bebida de los guardianes de la Torre de Londres. Podría decirse que la venta es simbólica, ya que la mayoría de las muchísimas toneladas que se retiran de los naranjos en estas fechas directamente se tira. Pero hay una parte de esas naranjas que es de ida y vuelta. ¿Quieren saber cómo es el viaje?
El proceso de recolecta se divide en cuatro etapas.
1.- El zamarreón. Un peón va por delante de la cuadrilla con una escalera. Se sube a la copa del naranjo y desde arriba lo zamarrea hasta que caen las naranjas a mansalva al suelo.
2.- El vareo. Como si de un olivo se tratara, otro peón pasa por los naranjos zamarreados y, con una vara, va eliminando las naranjas que queden.
3.- Al macaco. El resto de la cuadrilla cierra el procedimiento recogiendo las naranjas del suelo y metiéndolas en un macaco o espuerta tras eliminar todas las ramas.
4.- Al saco. Las espuertas se vacían en un gran saco que posteriormente recoge un camión. Mientras, los peones limpian las ramas del suelo.
El proceso completo para despeluchar una calle de naranjos dura apenas quince minutos, tiempo en el que muchos sevillanos son capaces de beberse un gintonic. O más.
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