El esqueleto de los palcos. Después de un sigiloso desembarco nocturno, así amanecía la plaza de San Francisco, repleta de estructuras metálicas a lo largo de su perímetro. Estos gigantescos mecanos, pronto comenzarán a cobrar vida, levantándose en el corazón de la ciudad como monumento efímero a la primera de las fiestas primaverales. Ya va quedando menos.
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