Mañana de Viernes Santo. El paso del Santísimo Cristo de las Tres Caídas ante una de las esquinas del mercado de entradores. Allí en tiempos estuvo la cárcel. La saeta que cantó uno de los presos sirvió a Manuel Font de Anta como inspiración para componer en 1918 una de las grandes marchas procesionales: Soleá dame la mano.
Amargura y Silencio » Archivo » Estampas de ayer: Tres Caídas
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